Capítulo 26

Capítulo 26
Los malabarismos del prestidigitador



Alcancé a los otros.
Nos quedamos en silencio un rato contemplando el bosque que nos rodeaba aunque no por mucho tiempo…Los berridos de la Reina indicaban que estaba ceca y junto a ella su ejercito de naipes tramposos y degolladores..
Reina: ¡¡¡SOIS TODOS UNOS INCOMPETENTES!!! ¡¡¡ENCONTRAD A LOS CHICOS O MANDARÉ QUE OS CORTEN LA CABEZA TAMBIÉN!!!
Salimos de allí través de una puerta y lo que vimos nos nos dejó de piedra.
Estábamos en aquella habitación con una mesa blanca en medio el problema era… ¡QUE ESTABAMOS SOBRE EL TECHO!
Reina: ¡AHÍ ESTÁN!
Natalia: oh, no O.o
Entonces sobre la mesa apareció aquel sincorazón tan basto de la otra vez.El gato rosa apareció entre la reina y nosotros.
Reina: ¡Quítate de en medio o mando que te corten la cabeza!
El gato ignoró a la reina y nos miró a nosotros.
Gato: Ohhh lo lleváis claro, esta criatura es diferente a la de la otra vez…
El gato rirón señaló hacia arriba.
Gato: Mirad.
Todos alzamos la cabeza el sincorazón se dirigía a nosotros a gran velocidad entonces impacto contra el techo y se lo cargó. Ascendimos O.o...Bueno…Más bien caímos junto a pequeños escombros.
Nos íbamos a golpear contra el suelo cuando recordé el hechizo de Zexito. Saqué la carta y la usé.
Hikari: STOP!
Todo se quedó quieto excepto nosotros y por desgracia también el prestidigitador.
En esta situación me sentí un poco extraña, tenia la sensación de estar en el espacio, íbamos flotando. Intentamos descender a tosa prisa hasta el suelo. Héctor parecía estar nadando a braza. Como el prestidigitador estaba lejos me cebé a lanzarle hechizos de fuego.
Llegamos al suelo. Estábamos a salvo…. De momento…
Una gran bola de fuego impactó contra nosotros y nos hizo volar por los aires.
No era una bola normal. Era como un pedazo de escombro en llamas Mucho más grande que cualquier PYRO que hubiese visto antes.
Entonces me di cuenta de una cosa ¿Y las pijas?
Por unos instantes dudé, pero luego vi claro donde habían acabado…
Para redondear la situación el prestidigitador nos acechaba con sus varillas encendidas. Parecía mucho más grande después de haberle suministrado hechizos de fuego…Nos cagamos. Está bien, contra el fuego hielo. Saqué las cartas más potentes de hielo pero no me dio tiempo a usarlas el bicho puso el pié a pocos centímetros de mi cráneo y luego me dio semejante patada, como definirla…“Im-Pezionante”
Me puso en órbita y me lanzó hasta la otra punta de la estancia…Creedme, eso duele ¡y mucho!
Estaba yo en el suelo aturdida cuando de repente dos brazos me cogen de los míos y me arrastran hasta otra parte rápidamente.
PG: ¿Estas Bien Hika?
Hikari: Que hostia me han dao…
PG: está delirando.
Rakildis: ¿Cuantos dedos ves?
Hikari: cinco idiota, estoy bien…¡¡¡CUIDADO!!!
Otra enorme bola destructiva y llameante se nos aproximaba.
Salimos a toda prisa de allí antes de que nos alcanzara.
Hikari: Mierda…no podremos esquivarle siempre…
PG: Ya lo hicimos una vez… ¡Congelémoslo!
Asentí. Pero… ¿Y si nuestros ataques no surtían efecto? ¿Y si le atacábamos con todas nuestras fuerzas y esa cosa seguía impasible? ¿Entonces qué? Aún no sabemos con certeza como salir de estos sitios… Entonces una enorme bola de hielo impacta sobre el cráneo del prestidigitador. Este se tambalea y cae al suelo en medio de un gruñido ahogado.
Hikari: uf, este ya esta servido
Exclamé con aire triunfal mientras que PP y yo intercambiabamos una mirada.
PP: Anda que si no llega a ser por mí y el hielo te veo bien hechita a la parrilla
Hikari: ¬¬…
Pero en medio de nuestro ataque de alegría algo sucede. El suelo vibra violentamente y donde antes yacía el prestidigitador aparece un tornado de llamas.
Héctor: ¿¡¡¡QUE COÑO ES ESTOOOOOOO!!!?
De repente de entre las llamas sale el prestidigitador como nuevo con sus barritas encendidas.
Todos nos estremecimos.
PP: ¿Es que este no se cansa?
El prestidigitador me lanzó una vara, joder, ¿¡Es que solo viene a por mi!?
PG: ¡COMETE ESTO BICHARRACO!
El prestidigitador esquiva el bloque de hielo que le lanzó PG y la lanzó de una patada a la otra punta de la estancia. Entonces comienza a dar vueltas hasta que gira por inercia y nos golpea a todos tumbándonos y dispersándonos.
PP: Joder con el bicho, no le afecta hielo, no le afecta piro no le…O.o… ¡Espera!…
Me levanté… Valla con ese bicho… ¿Es invencible o qué?…
Rakildis: ¿¡Y AHORA QUÉ!?
PP: tengo una idea, no le afecta piro ni hielo ¿y si le freímos desde el cielo?
Todos: O.o
PP: Confiad en mi tan solo necesito concentrarme…
Entonces el prestidigitador volvió a lanzar patadas a todos lados.
Hikari: ¡¡¡DEJA DE METER PATADAS MALDITO BICHO!!!
Me lié a dar vueltas a su alrededor lanzándole sin parar pequeñas bolitas de hielo. El prestidigitador, como es costumbre, las esquivó y contraatacó con una patada, pero me doí tiempo a esquivarla.
Hikari: ¡¡¡MALDITO!!! ¡¡¡DEJA YA DE BACILARME !!
Estoy tan cabreada con el bicho este que ni siquiera pienso que hago. Cojí mi espada y me llancé sobre el… Resultado: yo en el suelo…
Miré hacia arriba, le tenía casi encima. Me iba a pisar el cráneo con su pie, no podía hacer nada…Cerré los ojos…
PP: THUNDER!
Me levanté y veo al bicho a medio kilómetro de mí, tambaleándose algo aturdido. Entonces se acerca lentamente a nosotros con aires de mala uva.
PP: La ley del boleo, si no es uno es otro…Por favor tantos aplausos y alagos de gratitud por mi genial idea no
Hikari: Gracias, creía que no lo contaba…
PP me tendió la mano y me ayudó a lebantarme.
PP: Traqui, para eso están las amigas para salvarte el culo
Hikari: ¬¬…
Rakildis: Bueno, vamos a cargarnos a esa cosa de una vez…
Usamos nuestras cartas más potentes y freímos al sincorazón…o por lo menos eso creíamos hasta que se irguió de nuevo…a duras penas pero lo hizo….
PG: jESTE TIO COMIENZA ATOCARME LOS…botones…
Hikari: ¿Qué nos queda?
Héctor: quizás si nos dividimos…
Todos miramos a Héctor.
Héctor no hagáis eso que me intimidáis…
Hikari: ¿Qué Hacemos?


Héctor: Está bien… unos cuantos que se encarguen de mojar a esa cosa mezclando HIELO y PYRO mientras que otros lo freímos, esto hará que la electricidad le llegue a todo el cuerpo gracias al algua…
Hikari: ostras pues es verdad…Como se nota que de vez en cuando atiendes en clase
Héctor: Si es que yo soy un chico muy inteligente
Natalia: Venga hombre que no es momento de paridas
Héctor: ¬¬…
PP: Venga que lo tenemos detrás.
Salimos de allí y seguimos el plan de Héctor sin mucha dificultad, quizás por lo debilitado que ya estaba el sincorazón. Entonces el prestidigitador al igual que la última vez gruñó fuertemente y se desvaneció, y por suerte nosotros con él.
Pero antes de desaparecer por completo vi al gato risón junto a la mesa mirándome fijamente con su enorme sonrisa que le surcaba la cara d eoreja a oreja. No soy una don nadie.