El camino por recorrer
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Capítulo 17

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Mensaje  Hikari Mar Feb 16, 2010 8:06 pm

Capítulo 17
“Adjudicado al señor del traje blanco...”




Volando a una velocidad suicida, una nave espacial se zafaba de todos los obstáculos que el cinturón de asteroides por el que viajaba le ofrecía. Atlas se puso nervioso la corbata mientras que Inner se limpiaba la roña de debajo se las uñas sin prestarle demasiada atención al volante.
Atlas: Pisa a fondo verdosín
Inner: No me cabrees que abro la puerta y revientas en el vacío del espacio.
Atlas: Llegamos tarde…
Inner: Lo se, lo se, ¡Tú y tu maldita histeria!
Atlas sonrió mientras que se sacaba del bolsillo del chaleco los gemelos. Pero no estaba feliz, más bien intranquilo. En años esta era la primera vez que no recibía una invitación para ir a las subastas de Noreia, y eso le daba muy mala espina….Quizá…Quizá lo subastado hoy era algo suyo...
Inner se ajustó firmemente el cuello de su chaqueta de cuero rojizo y se reviso los dientes en uno de los cristales de los indicadores de la nave.
Aura: oye… ¿Se sabe ya la procedencia de los temblores?
Cierto, una serie de repentinos temblores se repetían por todos los rincones de Imaginary desde que Cómo se puso a hacer de las suyas.
Atlas: Mentiría si te dijera que domino la materia…
Atlas se recostó sobre el asiento.
Atlas: Pero apostaría mi bazo a que no son nada bueno…
Atlas se acurrucó en su asiento y se bajó el sombrero hasta la altura de los ojos, aún les quedaba un buen rato para llegar…

Noreia saludaba a sus invitados siguiendo con el protocolo mientras que luchaba por mantener el enorme moño que recogía su lacio y largo pelo negro. Sus ojos recorrieron unos instantes la sala. Estaba casi hasta los topes de ricachones trajeados luciendo sus joyas y sus mejores galas. Esperaba sacar bastante este año dado que había invitado a unos de los miembros más exquisitos de la sociedad que desde luego pujarían alto. Ella no solía llevarse demasiado con esa gente, las grandes manchas negras de sus almas le repugnaban, pero generalmente era con ellos con los que hacía sus negocios. Eran ellos los que estaban vacíos por dentro y necesitaban de su ayuda para conseguir aquello que con dinero no podían comprar, a excepción de en sus subastas.
Noreia se retiró disimuladamente hacia la habitación donde guardaba sus artículos antes de que algún otro gordo burgués le estrechara su mano fofa y sudorosa mientras que le echaba encima el humo de su puro.

Inner, No me gusta… Odio venir aquí.
La luz del atardecer y el frescor de la noche les acariciaban agradablemente mientras que dejaban la nave estacionada junto a las demás y se encaminaban hacia la entrada a través de los cuidados jardines.
Atlas: Oh, vamos, es un importante evento social, aunque no pujemos por nada es importante
Inner: Sigue sin gustarme.
Atlas: ¿Qué quieres que haga? Además, estoy mosqueado. Noreia siempre me ha invitado a este tipo de cosas…
Inner: ¿Y?
Atlas: que ha anunciado por todo lo alto que va a subastar algo grandioso, algo por lo que todo el mundo pujaría...Algo de alguien importante…
Inner: ¿Y?
Atlas: Le he estado dando vueltas y dado que no me ha invitado esta vez sospecho que es algo mío.
Inner contuvo la respiración.
Inner: Pero…
Atlas: Solo vamos a mirar, no tengo interés en nada…No obstante tratemos de no llamar mucho la atención.
Inner: Oh, claro, un tío verde de dos metros, un vampiro mono-cromo y una banshee vestida de porno-colegiala no llaman la atención.
Aura: ¡Oye!
Atlas sonrió mientras que miraba hacia la puerta principal de la mansión de Noreia.

Noreia: ¿Habéis preparado todos los artículos?
El empleado se giró hacia su jefa y asintió.
Noreia: Excelente, tened cuidado con estos artículos, son altamente valiosos y la mayoría de sus propietarios están por los alrededores.
Tras asentir de nuevo y realizar una reverencia el empleado se fue y Noreia se quedó a solas con los artículos que subastaba. Sus ojos recorrieron los cientos de botes de cristal que inundaban la estancia. Buscaba uno, uno en concreto, su favorito. No le costó mucho dar con él, era como si el contenido del tarro la llamara. Tomó finalmente entre sus manos un tarro de gran tamaño, con más o menos la capacidad de dos litros. Sin embargo no estaba lleno de líquido, si no de una especie de gas blanquecino y brillante, esponjoso y similar a las nubes, que de vez en cuando soltaba algún destello plateado mientras se arremolinaba en la prisión de cristal en la que llevaba confinado poco más de siete siglos. Llevaba cuidando todo ese tiempo de dicho tarro. Lo trataba con dulzura y cuidado, su interior valía mucho y sabía que en cuanto hubiera una pequeña ranura en su cárcel el contenido del frasco desaparecería y volvería con su verdadero dueño. Era su pieza maestra en la subasta. Acarició con suavidad la superficie del bote con la yema de sus dedos. Al instante el suelo tembló con brusquedad. Un jarrón de porcelana china se bamboleaba en un pedestal hasta que calló con la mala fortuna de caer sobre el brazo en el que Noreia sujetaba el tarro en ese momento…

Inner cubrió instintivamente a Aura con su cuerpo.
Inner: ¡Mierda!
El temblor había aumentado de intensidad.
Atlas: ¡Cuidado!
Algunas tejas se desprendieron y cayeron a los pies de Aura. Ella saltó a los brazos de Inner, que la cogió en volandas mientras que intentaba mantenerse en pie sobre los escalones de la entrada. Atlas perdió el equilibrio calló hacia la puerta.

Noreia miraba a los cristales rotos del frasco mientras que aquella sustancia gaseosa se escapaba de sus paredes y flotaba por la habitación mientras que se iba juntando y reestructurando con una forma similar a la de una nube.
Noreia: Mierda.
La nube, acto seguido, salió a toda velocidad por la puerta. El suelo aún temblaba con violencia pero Noreia tenía alas de hada y era inmune a eso, pero no la gente que se ponía en su camino en medio de su carrera contra reloj. Tenía que llegar a los sótanos, a la sala en la que guardaba los contratos antes de que la nube plateada encontrara a su dueño. Si rompía el contrato sería como si nunca lo hubiera hecho, sin embargo, si este recuperaba lo suyo, el contrato desaparecería y el se quedaría con todo… No, no iba a permitirlo, llevaba desde que el mundo era mundo haciendo contratos, y no iba a perder uno tan importante como ese.

Atlas se apoyó sobre la puerta para mantenerse en pie. Justo entonces algo le impactó fuertemente en el pecho. Atlas aterrizo a tres o cuatro metros de distancia de la puerta, sobrevolando los escalones.
Inner: ¡Atlas!
Inner corrió y se arrodilló junto al vampiro. Atlas estaba en posición fetal, con una expresión de dolor en el rostro.
Aura le acarició el hombro.
Aura: ¡Mi señor, responded!
Atlas balbuceó débilmente algo incomprensible antes de perder el conocimiento. Entonces un grito desgarrador proveniente del interior de la mansión les puso a todos la piel de gallina.
Inner: OK, nos largamos.
Aura: Pero…
Inner: ¡Ahora! Ayúdame a cargármelo a la espalda.
Inner se alegró de que no hubiera nadie por los alrededores para verles “huir” en semejante situación.

Noreia se derrumbó en el suelo de la sala, con la respiración entrecortada y un punzante dolor en el pecho. En toda su larga vida ese era el primer error que cometía. Se sintió tan confundida que lo único que su cuerpo le dejó hacer fue seguir respirando. Acto seguido llegaron dos de sus criados que la ayudaron a ponerse en pie y a volver en sí. Poco a poco su mente se fue centrando y calmando. No había ningún problema, lo que había sucedido carecía de importancia. Después de todo, el espectáculo tenía que continuar y tarde o temprano lo que había perdido volvería irremediablemente a ella.

Inner: Ya dije que me daba mala espina, lo dije.
Aura: ¿Qué demonios ha pasado?
Inner: ¡Y yo que puñeras se! ¿Ves? Esto es lo que pasa cuando vas a una fiesta sin ser invitado…
Inner se sentó en el asiento del piloto y comenzó a poner todo en funcionamiento
Inner: Joder… ¿Cómo va?
Aura se giró hacia Atlas, el cual yacía con los brazos cruzados en una silla.
Aura: Sigue inconsciente.
Inner: Joder
Aura se giro hacia atlas el cual yacía con los brazos cruzados en una silla
Aura: sigue inconsciente
Inner: joder…
Atlas entonces se revolvió en la silla y entre abrió los ojos
Atlas: ¿Qué?..
Aura: Inner, se esta despertando
Inner puso el automático y se incorporo en su asiento.
Inner: ¿estas bien?
Atlas: me duele el pecho… ¿Qué ha pasado?
Inner: ni idea saliste volando por los aires de repente y nos volvimos a casa
Atlas se incorporo sin problemas
Atlas: umh…Me siento bien, como…rejuvenecido, eufórico…
Inner: tu te has golpeado en la cabeza ¿?
Atlas: ¡lo digo enserio!
Inner: vale, vale te creo
Inner volvió al asiento del piloto y por encima del hombreo susurro
Inner: me alegro de que solo haya sido un susto
Y giro la cabeza de nuevo hacia la inmensidad del universo
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